viernes, 16 de junio de 2017

Reconstrucción y ordenamiento territorial

Nota publicada en: NoticiasSer.pe

Por: Melissa Medina


El proceso de reconstrucción del Perú tras el fenómeno del Niño Costero –que afectó a 12 regiones y ocasionó 1'961,400 damnificados- se presenta como una oportunidad para lograr una gestión integral de riesgos que articule los planes del gobierno nacional con los gobiernos regionales y considere el ordenamiento territorial como una estrategia clave para reducir riesgos, evitar la ocupación caótica del territorio y alcanzar el desarrollo sostenible.
En el evento “Y después del desastre, ¿qué?, realizado el martes 13 de junio en Lima, representantes de los gobiernos regionales de Piura, Lima e Ica y especialistas sobre el tema dialogaron sobre cuáles fueron las causas del desastre y cuáles serán los mecanismos de reconstrucción, además de identificar las trabas que impiden  políticas efectivas de prevención de riesgos.


Entre los principales problemas para la prevención se encuentra que la cultura institucional no incorpora el riesgo y la gestión de riesgos asociados a los fenómenos naturales. A pesar de que estos desastres ocurren con cierta frecuencia, las instituciones siguen sin considerar la gestión de riesgos en los instrumentos de planificación de desarrollo. Los planes deben considerar las limitaciones del medio natural, además de basarse en estudios profundos sobre los fenómenos naturales en cada una de las regiones.
Según Gilberto Romero Zevallos, del Centro de Estudios y Prevención de Desastres- PREDES, se debe incorporar el riesgo en la planificación de cada uno de los renglones del desarrollo social, ambiental, institucional y económico. Además, considera esencial  examinar los impactos del pasado e identificar donde intervenir para reducirlos, lo cual “significa hacer cambios en el desarrollo económico social vigente y no hacer cosas a espaldas de la naturaleza, sin sostenibilidad”.
Así como la gestión de riesgo no está inmersa en la cultura institucional, tampoco lo está en la vida cotidiana. Por ello, incluir a la población en los procesos de planificación es necesario, ya que actualmente la participación prácticamente no existe. Cabe destacar que “los desastres son el resultado de la conjunción de los procesos sociales con los culturales”, afirma Juan Meléndez, docente geógrafo de la Universidad Nacional Mayor San Marco. No son solo un efecto natural, sino también efecto de la acción humana.
Por otra parte, existen políticas y presupuestos para la gestión de desastres – Política Nacional de Gestión de desastres y Sistema Nacional de Gestión de Riesgos- , pero hay dificultades en su implementación debido a la falta de articulación en los planes de los mismos, lo cual lleva a un déficit en la creación de instrumentos en el ejercicio de la prevención de desastres. Además, estas políticas no están vinculadas al Plan de Cambio Climático del Ministerio del Ambiente.
Esta falta de articulación no solo se da entre políticas estatales, sino también entre el propio Estado y los gobiernos regionales, e incluso locales. La institucionalidad es débil, con un sistema muy desarticulado y es vital fortalecerla para evitar desastres de tal magnitud.
Asimismo, los participantes concluyeron que el ordenamiento territorial es parte sustantiva en el  proceso de reconstrucción y por ello debe incluirse como una estrategia para reducir riesgos y evitar la ocupación caótica del territorio por la población urbana y rural y las empresas extractivas.
Piura: hacia un enfoque integral de las cuencas.

El error histórico de Piura ha sido solo prevenir el desastre en las zona baja de la cuenca, sin considerar las partes altas, llena de quebradas. En la parte alta de Piura hay páramos y bosques de neblina que actúan como esponjas hídricas. Si estos se deforestan, se pierde la esponja que absorbe el agua de la lluvia, transformando esta en caudal. Como consecuencia, el suelo se pierde y da lugar al  transporte de sedimentos.
Por ello, lo adecuado es realizar la retención del agua en la parte media antes de que llegue a las partes bajas. ¿Cómo lograr esto? El Gerente Regional de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Piura,  Ronald Ruiz Chapilliquen, mencionó que realizar acciones como la reforestación, protección de bosques y conservación de suelos “podría retener el 60% de agua y se eliminar la erosión al 90%”.
El ordenamiento territorial para el caso de Piura no debe de estar separado del manejo de la cuenca del río Piura, además de tener visión de cambio climático. “Hay  un estrangulamiento del caudal del río debido a la urbanización como un factor clave en la magnitud del desastre. El río Piura es un río muerto, dañado, al que históricamente le cambiaron su curso y le quitaron salida al mar”, afirmó Chapilliquen.
El representante del Gobierno Regional de Piura considera que para la reconstrucción es importante el control de las crecidas y la protección de cauces mediante reservorios de retención temporal de agua, reservorios para retención y riego, rectificación del cauce de los ríos y delimitación de la faja marginal de ríos y quebradas, entre otros.
Lima: obstáculos en la articulación de los planes regionales y locales.
La región de Lima es vulnerable debido a su particularidad geográfica y a la incoherencia en la gestión del territorio que dificulta la articulación de los planes en las provincias de Lima, Lima metropolitana y la provincia constitucional del Callao. Así, la planificación a nivel regional debe articular a gobiernos locales y sectoriales, pues hasta ahora hay obstáculos para su implementación.
“Como Gobierno Regional no estábamos preparados, pero ahora hemos elaborado un Plan Regional de Gestión de Riesgos y contamos con una estrategia regional de cambio climático que debemos articular con otros planes”; afirmó Walter Huamán Rodríguez, Gerente Regional de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente del Gobierno Regional de Lima. Asimismo, mencionó que el Gobierno Regional ha iniciado un proceso de Zonificación Ecológica Económica con importancia en el ordenamiento territorial y un plan integrado de zona marina costera.
En este sentido, el gerente afirmó que el ordenamiento territorial debe tener en cuenta las características particulares de cada zona, con enfoque de gestión integrada de cuencas.
Por otra parte, es esencial  la participación de la población  civil y sectores productivos en la planificación. En la región de Lima se vieron afectadas más de 35,300 personas y se perjudicaron más de 4200 ha de cultivos.

Ica: enfoque de cambio climático en la prevención de desastres
El Gobierno Regional de Ica apunta a una  estrategia contra el cambio climático para la prevención de desastres,  basada en ubicar adecuadamente la construcción de ciudades, promover la resiliencia del sector agropecuario y de manufactura y disminuir la vulnerabilidad de los ecosistemas mediante la reducción de impactos ambientales. Además, su estrategia  plantea proteger las reservas de carbono de los bosques y disminuir  las emisiones mediante la reforestación y la reducción de residuos sólidos.
Respecto al ordenamiento territorial, Stive Marthans,  Gerente Regional de Recursos Naturales y Gestión del Medio Ambiente del Gobierno Regional de Ica, señala que es confuso en el Estado y en los gobiernos regionales. Para solucionar esto, a nivel de gobierno regional, indica que su plan de ordenamiento territorial será “sincerado”: “corregiremos en la medida de lo posible las planificaciones mal hechas, pero en los gobiernos municipales muestran dificultades donde no podemos intervenir como Gobierno Regional”.
Es claro la necesidad de fortalecer y articular a las instituciones públicas para lograr una reconstrucción que nos encamine hacia un desarrollo sostenible. Igual de importante es involucrar y fortalecer a la población en este proceso, enfatizando en la educación de niños y niñas y jóvenes para asegurar el uso responsable del territorio y los recursos naturales.