- Plataforma
para el Ordenamiento Territorial promueve debate sobre la necesidad de
implementar una política de Ordenamiento Territorial en el Perú.
- Experto colombiano Angel Massiris expuso experiencias de implementación de Ordenamiento Territorial en América Latina.
El experto en ordenamiento territorial, Angel Massiris Cabeza,
Director del Programa de Doctorado de la Universidad Pedagógica y Tecnológica
de Colombia, estuvo en Lima para compartir con nosotros un
balance de las diferentes experiencias de ordenamiento territorial en América
Latina, los resultados que han tenido en más de 30 años de implementación, los
problemas que enfrentan y sus recomendaciones para el caso peruano.
Hablo del qué, para qué, por medio de qué y con la participación de
quienes se debería de llevar a cabo. En su condición de geógrafo, Massiris
plantea la necesidad de darle a la planificación global y sectorial una visión
territorial para garantizar mayores niveles de eficacia en las intervenciones.
Señala que el territorio, además de constituir un elemento diferenciador y
articulador de las acciones económicas y sectoriales, presenta unas condiciones
sociales y naturales potenciadoras o limitantes del desarrollo económico que no
se pueden ignorar.
En consecuencia, los
territorios son elementos dinámicos del proceso de desarrollo económico y
social de una Nación. Sin embargo en nuestro país esta realidad es dejada de
lado y se le da al territorio usos que pueden resultar contraproducentes.
Al cierre del 2011 se otorgaron 7,500 concesiones al amparo del
Decreto Legislativo N° 708 al margen de un proceso de ordenamiento del
territorio. Un mes después, el diario La República denunció, el 13 de enero de
2012, que sólo en Puno “por lo menos diez zonas arqueológicas protegidas […]
han sido concesionadas a empresas mineras”. Incluso, el artículo señaló que se dio en
concesión parte del Complejo Arqueológico de Cutimbo, “pese a que el Ministerio
de Cultura le otorgó la categoría de Patrimonio Cultural de la Nación”.
Sin embargo, la muestra más emblemática sea la Central Hidroeléctrica
de Inambari. Este emblemático proyecto hacía peligrar los ecosistemas del
Parque Nacional Bahuaja Sonene, ubicado entre las regiones de Puno y Madre de
Dios, declarado el 4 de septiembre del 2000 como una zona de vital importancia
en la protección de la Amazonía. El proyecto conocido como ‘la interoceánica
sur’, señalaban sus opositores, generaba
la invasión de las áreas protegidas por efecto de la migración y la consecuente
deforestación - que se promediaba en 50 kilómetros a lo largo de cada lado del
derecho de vía - en vista de que una parte de su tramo pasaba por el límite de
la zona de amortiguamiento del Parque Nacional.
En este contexto, existe la urgencia de contar con una política
implementada y una ley de Ordenamiento
Territorial que regule el uso, la ocupación y la transformación del territorio.
Recordemos que desde el 2001 se declaró de interés nacional el Ordenamiento
Territorial (OT) en todo el país a través del DS Nº 045-2001/PCM. Con esto,
diversos avances le siguieron, a nivel nacional y regional. Sin embargo, la
falta de decisión política para impulsar el OT, ha truncado el desarrollo de
los consecuentes planes de ordenamiento territorial regionales y locales.
“La búsqueda de la elevación de las condiciones de vida, constituye el
fin último de las políticas de ordenación del territorio, al menos así se
establece en las normas que regulan sus acciones. La relación entre modelo de
desarrollo económico y el modelo de ordenación territorial presupone una
articulación armónica y complementaria entre ambos. En tal sentido, la OT
orientará la espacialidad de las inversiones socioeconómica en consonancia con
el modelo de uso y ocupación al que se aspira”, menciona Massiris en una de sus
tantas publicaciones sobre el tema.
Brevemente Massiris expone que con excepción de Venezuela y Colombia,
predomina en otros países de América Latina la práctica de la ordenación
territorial sin respaldo legal propio (normas específicas reguladoras),
situación que manifiesta una debilidad normativa de esta práctica en los países
latinoamericanos y, en consecuencia, serios obstáculos para la articulación con
las otras prácticas de planificación.
Massiri participó en el Conversatorio Ordenamiento Territorial que
se realizó en el Hotel San Agustín de Miraflores.